Los espejismos, las ilusiones perceptivas, constituyen una preocupación constante en la producción artística de Embry. Entre los embustes producidos por el cielo, el autor se propone privilegiar para su obra todo lo que refleja la realidad concreta, verdadera: «tal vez sea útil bajar de las nubes, / pisar tierra dura». Nada de formal, estático o de fantástico, como los cielos idealizados por cierta poesía o las realidades ficticias reflejadas en los libros, sino todo lo que se acerca más a la vida terrenal de los hombres, en sus aspectos cotidianos